Hay comidas que son más que alimento, son un abrazo caliente en un día frío, un recuerdo de domingo en familia, un refugio. Para mí, el arroz caldoso con pollo es exactamente eso. Recuerdo llegar a casa de mi abuela en invierno, con el frío calándome los huesos, y ser recibido por ese aroma inconfundible que llenaba toda la casa: el sofrito pochando lentamente, el caldo burbujeando suavemente. Era la promesa de un plato delicioso y reconfortante. Este plato de cuchara, profundamente arraigado en la tradición culinaria española, especialmente en las regiones del Levante donde el arroz es rey, es la definición de comida casera hecha con cariño.
No te dejes llevar por su aparente simplicidad. Lograr ese balance ideal entre un arroz suelto y tierno, un caldo lleno de sabor y sustancia, y un pollo jugoso demanda conocer ciertos secretos. Esta receta de arroz caldoso con pollo que te traigo hoy no es solo una guía paso a paso; es la suma de experiencia, tradición y, lo más importante, 3 secretos clave que marcan la diferencia entre un arroz caldoso bueno y uno espectacular. Prepárate para aprender cómo hacer un arroz caldoso con pollo que te transportará a esos sabores auténticos y te hará triunfar en la cocina. ¡Vamos a por ello!
Por Qué Te Encantará Esta Receta
Este arroz caldoso con pollo se va a convertir en un fijo en tu repertorio culinario. Aquí te cuento por qué:
- Puro Confort en un Plato: Es la comida reconfortante por excelencia. Ideal para días fríos, lluviosos o simplemente cuando necesitas un mimo gastronómico.
- Sabor Intenso y Delicioso: El sofrito, el pollo y un buen caldo se combinan para ofrecer una base de sabor intensa y sumamente satisfactoria.
- Receta Versátil: Aunque te proporciono una base clásica, puedes modificarla fácilmente incorporando diversas verduras de temporada.
- Plato Único Completo: Combina carbohidratos, proteínas y verduras en una sola preparación. Sirve una buena ración y tendrás una comida completa.
- Relativamente Económico: Utiliza ingredientes básicos y accesibles, especialmente si aprovechas partes del pollo más económicas y sabrosas como los muslos.
- Ideal para Reuniones Familiares: Es un plato que suele gustar a todos, desde niños a mayores, y perfecto para compartir.
- Aprenderás Técnicas Clave: Dominar el sofrito, el punto del arroz y la gestión del caldo son habilidades útiles para muchas otras recetas.

Equipamiento y Herramientas Necesarias
Para preparar este delicioso arroz caldoso, necesitarás:
- Olla baja y ancha o Cazuela: Preferiblemente de fondo grueso para una distribución uniforme del calor (una paellera honda también puede servir).
- Tabla de cortar: Para picar las verduras y preparar el pollo.
- Cuchillo afilado: Esencial para un corte limpio.
- Cuchara de madera o espátula: Para remover el sofrito y el arroz.
- Cazo: Para calentar el caldo.
- Cucharón: Para servir el arroz caldoso.
- Tazas y cucharas medidoras: Para asegurar exactitud en las cantidades.

Arroz Caldoso con Pollo Tradicional
Ingredientes
- 600-700 g Pollo troceado preferiblemente muslos y contramuslos deshuesados y troceados con piel si te gusta, aporta sabor, o pollo entero troceado pequeño.
- 320 g Arroz de grano redondo idealmente tipo Bomba o similar absorbe bien el caldo sin pasarse. Aprox. 80g por persona.
- 1 unidad Cebolla mediana picada finamente.
- 2 dientes Ajo picados finamente.
- ½ unidad Pimiento rojo mediano limpio y cortado en dados pequeños.
- ½ unidad Pimiento verde tipo italiano limpio y cortado en dados pequeños.
- 200 g Tomate natural triturado o rallado de alta calidad.
- 1.5 litros Caldo de pollo casero o de alta calidad: ¡el secreto número uno es que sea delicioso!
- 1 cucharadita Pimentón dulce de la Vera o pimentón normal.
- Unas hebras Azafrán o 1/2 cucharadita Colorante alimentario para darle el color característico.
- 100 g Guisantes frescos o congelados opcional.
- 4 cucharadas Aceite de oliva virgen extra
- Al gusto Sal
- Al gusto Pimienta negra recién molida
- Unas ramitas Perejil fresco picado para decorar opcional.
Instrucciones
Preparación Previa
- Prepara el Pollo: Si usas muslos/contramuslos, deshuesa (si no lo están ya), retira el exceso de grasa si lo deseas y córtalos en trozos de bocado. Salpimenta generosamente por todos lados. Si usas pollo entero troceado, asegúrate de que los trozos no sean demasiado grandes.
- Pica las Verduras: Pela y corta la cebolla y los ajos en trozos pequeños. Lava los pimientos, retira las semillas y córtalos en dados pequeños. Ralla el tomate o ten preparado el triturado.
- Prepara el Caldo: Mide el caldo y ponlo a calentar en un cazo aparte. Es crucial añadir el caldo caliente al arroz.
- Ten a Mano los Condimentos: Mide el pimentón y ten listas las hebras de azafrán o el colorante. Si utilizas azafrán en hebras, puedes envolverlo en papel de aluminio y tostarlo ligeramente sobre la tapa de la olla mientras se calienta. Luego, machácalo o disuélvelo en un poco de caldo caliente.
Proceso Detallado de Preparación
- Dorar el Pollo: Calienta el aceite de oliva virgen extra en tu olla o cazuela a fuego medio-alto. Una vez caliente, incorpora los trozos de pollo con sal y pimienta. Dóralos bien por todos lados hasta que tengan un bonito color dorado. No es necesario que se cocinen por completo por dentro ahora. Saca el pollo de la olla y colócalo en un plato.
- Preparar el Sofrito (¡SECRETO Nº2!): En la misma olla y con el aceite que ha soltado el pollo (añade un poco más si es necesario), baja el fuego a medio-bajo. Incorpora la cebolla picada junto con una pizca de sal. Sofríe lentamente durante unos 8-10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que esté transparente y blanda.
- Añadir Ajo y Pimientos: Incorpora el ajo picado y sofríe un minuto más con cuidado de que no se queme. Añade los pimientos rojo y verde picados. Sigue sofriendo a fuego lento durante unos 10-15 minutos más, hasta que las verduras estén bien pochadas y tiernas. La paciencia en el sofrito es clave para un sabor profundo.
- Incorporar el Tomate: Incorpora el tomate triturado o rallado al sofrito. Sube un poco el fuego y cocina durante unos 5-7 minutos, removiendo, hasta que el tomate haya perdido gran parte de su agua y el sofrito tenga una textura más concentrada y un color más oscuro.
- El Toque de Pimentón y Azafrán: Aparta la olla del fuego momentáneamente (importante para que no se queme el pimentón). Añade la cucharadita de pimentón dulce.Mezcla bien para que se combine con el sofrito. Si usas azafrán o colorante, añádelo ahora también y mezcla.
- Volver a Incorporar el Pollo: Coloca nuevamente la olla a fuego medio. Incorpora los trozos de pollo dorado que habías reservado, junto con los jugos que hayan soltado en el plato. Remueve todo bien para que el pollo se impregne de los sabores del sofrito durante un par de minutos.
- Nacarar el Arroz: Incorpora el arroz en la olla. Sube un poco el fuego y sofríelo ("nacáralo") durante 1-2 minutos, removiendo constantemente. El grano se volverá ligeramente translúcido. Este paso ayuda a que el arroz quede más suelto y absorba mejor el sabor.
- Añadir el Caldo Caliente: Añade el caldo de pollo caliente al arroz. Generalmente, para un arroz caldoso se utiliza una proporción de 4 a 5 partes de caldo por cada parte de arroz, dependiendo del tipo de arroz y de la intensidad del fuego. Empieza con 4 partes (aprox. 1.3 litros para 320g de arroz). Remueve bien para distribuir el arroz uniformemente. Sazona con sal (prueba el caldo primero, puede que ya esté salado).
- Cocción del Arroz: Lleva el caldo a ebullición. Cuando empiece a hervir, reduce el fuego a medio-bajo para mantener un hervor suave y constante. Cocina durante unos 15-18 minutos en total (el tiempo exacto dependerá del tipo de arroz y del fuego).
- Remover (lo justo): A diferencia del risotto, el arroz caldoso no necesita removerse constantemente. Remuévelo suavemente un par de veces durante la cocción, sobre todo al principio, para evitar que se pegue al fondo, pero no demasiado para que no suelte excesivo almidón y quede pastoso.
- Añadir Guisantes y Ajustar Caldo: Cuando falten unos 5 minutos para que el arroz esté listo (a los 10-12 minutos de cocción), añade los guisantes (si los usas). Verifica el punto de sal y ajusta si es necesario. Si notas que el caldo se está consumiendo y prefieres un resultado más caldoso, agrega un poco más de caldo caliente. Recuerda que debe quedar con caldo visible, como una sopa espesa.
- Punto Final y Reposo (¡SECRETO Nº3!): Pasados los 15-18 minutos, prueba un grano de arroz. Debe estar tierno pero con un ligero corazón (no deshecho). Apaga el fuego. Tapa la olla con una tapa o un paño limpio y deja reposar el arroz durante 5 minutos fuera del fuego. Este reposo es fundamental para que el arroz termine de cocerse con el calor residual, asiente los sabores y alcance la textura perfecta.
Consejos de Experto y Variaciones
Descubre los secretos y algunos trucos adicionales para perfeccionar tu arroz caldoso con pollo:
- SECRETO Nº1: El Caldo es el Alma. No escatimes en la calidad del caldo. Un caldo de pollo casero, preparado con carcasas y verduras, es incomparable. Si usas uno comprado, elige uno bueno, bajo en sal si es posible, para controlar tú el punto final. ¡Y siempre añádelo caliente!
- SECRETO Nº2: Un Sofrito con Paciencia. El sofrito es la base del sabor. Cocina las verduras a fuego lento hasta que estén bien tiernas y caramelizadas. No tengas prisa en este paso, marca una gran diferencia.
- SECRETO Nº3: El Reposo Mágico. Esos 5 minutos de reposo tapado fuera del fuego son cruciales. El arroz termina de absorber líquido, los sabores se mezclan y la textura se asienta. ¡No te lo saltes!
- Elige el Arroz Adecuado: Elige un arroz de grano redondo que absorba bien el caldo y conserve su textura, como el Bomba, Senia o Albufera. Evita arroces de grano largo o vaporizados.
- La Proporción de Caldo: La clave del «caldoso» es más caldo de lo normal. Empieza con 4 partes de caldo por 1 de arroz y ten un poco más de caldo caliente a mano por si necesitas añadir al final para ajustar la textura deseada. Debe quedar jugoso, con caldo visible.
- Azafrán vs. Colorante: El azafrán proporciona un delicado aroma y sabor, además de añadir color. Si lo usas, tuéstalo ligeramente y machácalo o infusiónalo en caldo caliente. El colorante solo aporta color. ¡Tú eliges!
- No Remuevas Demasiado: A diferencia del risotto, no buscamos la cremosidad extrema del almidón. Remueve solo lo justo para que no se pegue.
Variaciones para Experimentar:
- Con Verduras de Temporada: Añade alcachofas limpias y troceadas (añádelas a mitad de cocción del arroz), judías verdes planas troceadas (junto con los pimientos), o incluso unos champiñones laminados salteados con el pollo.
- Un Toque Marinero: Sustituye el pollo por sepia, calamares y unas gambas (añadidas al final). Necesitarás un buen caldo de pescado.
- Versión Vegetariana: Omite el pollo y usa un buen caldo de verduras. Puedes añadir más variedad de verduras como calabacín, berenjena o garbanzos cocidos (añadidos al final).
- Diferentes Cortes de Pollo: Puedes usar solo pechuga si prefieres carne magra (añádela más tarde al sofrito para que no se seque) o incluso alitas de pollo.

Sugerencias para Servir
El arroz caldoso con pollo es un plato tan completo y reconfortante que no necesita grandes acompañamientos, pero aquí tienes algunas ideas:
- Directo de la Olla: Sírvelo bien caliente directamente en platos hondos o cuencos individuales, asegurándote de repartir bien el caldo, el arroz, el pollo y las verduras.
- Un Toque de Frescor: Espolvorea un poco de perejil fresco picado justo antes de servir para dar un toque de color y frescura.
- Gajo de Limón: A algunos les gusta añadir unas gotas de zumo de limón al final, realza los sabores (ofrece gajos de limón aparte).
- Pan para Rebañar: Para saborear hasta la última gota del exquisito caldo, es casi imprescindible contar con un buen pan rústico.
Errores Comunes a Evitar
Hasta los mejores cocineros pueden tropezar. Evita estos errores comunes:
- Usar Arroz Incorrecto: El arroz de grano largo o vaporizado no absorberá el caldo de la misma manera ni ofrecerá la textura deseada.
- Solución: Opta siempre por arroz de grano redondo, como el Bomba o el Senia.
- Caldo Frío o Insípido: Añadir caldo frío corta la cocción del arroz, y un caldo sin sabor dará un arroz plano.
- Solución: Usa siempre caldo de buena calidad y añádelo bien caliente.
- Sofrito Apresurado:Un sofrito que no se haya cocinado adecuadamente no logrará desarrollar el sabor fundamental necesario.
- Solución: Dedica tiempo y paciencia al sofrito cocinándolo a baja temperatura.
- Quemare el Pimentón: Añadir el pimentón con el fuego muy alto o dejarlo cocinar demasiado tiempo lo amargará.
- Solución: Aparta la olla del fuego antes de añadir el pimentón y mézclalo rápidamente.
- Proporción Incorrecta de Caldo: Si usas poco caldo, el arroz quedará seco; si usas demasiado, se convertirá en una sopa de arroz.
- Solución: Empieza con una proporción 4:1 o 5:1 (caldo:arroz) y ajusta al final si es necesario, añadiendo más caldo caliente.
- Cocinar el Arroz en Exceso: Un arroz pasado es blando y desagradable.
- Solución: Controla el tiempo de cocción indicado (15-18 min aprox.) y prueba el grano. Apaga el fuego cuando aún esté ligeramente «al dente».
- Saltarse el Reposo: El arroz no se cocinará de manera uniforme y los sabores no se integrarán adecuadamente.
- Solución: ¡Nunca te saltes los 5 minutos de reposo tapado fuera del fuego!
Cómo Conservarlo Fresco
Si tienes la suerte de que sobre arroz caldoso con pollo (¡cosa rara!), aquí te explico cómo guardarlo:
- En la Nevera: Deja que el arroz se enfríe completamente a temperatura ambiente. Guárdalo en un recipiente hermético en la nevera. Se conservará bien durante 2-3 días.
- Ten en Cuenta: El arroz seguirá absorbiendo caldo mientras se enfría y reposa en la nevera, por lo que al día siguiente estará menos caldoso y más «meloso» o incluso algo más compacto.
- Para Recalentar: La mejor forma es calentarlo suavemente en un cazo a fuego bajo. Agrega un poco de caldo de pollo caliente o agua mientras calientas el arroz y revuelve suavemente para recuperar su jugosidad y evitar que se pegue. Si es posible, evita usar el microondas, ya que suele resecar el arroz de manera desigual.
- Congelación: No es muy recomendable congelar el arroz caldoso. Al descongelarse, el grano de arroz suele cambiar de textura, volviéndose algo blando o pastoso. Es mejor disfrutarlo fresco o recalentado de la nevera.
Conclusión
El arroz caldoso con pollo es mucho más que una simple receta; es una invitación a disfrutar de la cocina casera, de los sabores tradicionales y del placer de un plato reconfortante compartido. Con esta guía paso a paso y los 3 secretos que te he desvelado (¡un buen caldo, un sofrito paciente y el reposo final!), tienes todo lo necesario para preparar una versión deliciosa que te hará sentir orgulloso.
Es un plato perfecto para cualquier ocasión, desde una comida familiar de domingo hasta una cena entre semana que te pide algo cálido y sabroso. Anímate a prepararlo, a experimentar con las variaciones y, sobre todo, a disfrutar del proceso y del resultado. ¡La cocina está para disfrutarla!
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