Enchiladas Potosinas: 5 Pasos para la Receta Auténtica

Publicado en junio 1, 2025

A vibrant collection of images showcasing traditional Enchiladas Potosinas. Details include the distinct red tortillas filled with cheese and savory mixtures, generously topped with fresh cream, crumbled queso fresco, crisp lettuce, avocado, and cilantro, served on decorative plates, sometimes with guacamole.

Dificultad

Medio

Tiempo total

1 Hora 15 Minutos

Calorías

370 Kcal

Raciones

4 Personas

Esa primera vez que probé las enchiladas potosinas… ¡uff, es como si hubiera sido ayer! Estaba en un mercadito bullicioso, justo en el corazón de San Luis Potosí. El aire olía delicioso, una mezcla de chiles tostaditos y maíz recién cocido que te abría el apetito al instante. Una señora encantadora, de esas con manos que han preparado miles de delicias, me sirvió un plato que echaba humito. El color rojo vibrante de la masa, el quesito fresco espolvoreado por encima… y cuando di el primer bocado, ¡fue toda una revelación!

Lo que las hace tan especiales, y muy diferentes a otras enchiladas, es que el sabor del chile va directo en la masa. Es un detalle que las hace únicas, un verdadero tesoro de la cocina tradicional de San Luis Potosí, México.

Preparar esta receta auténtica de enchiladas potosinas es mucho más que cocinar; es como traer un pedacito de esa herencia, un viaje de sabores que te lleva derechito a su tierra.

Por eso, hoy quiero compartir contigo el secreto para recrear esa magia en tu cocina. Así, tú también podrás disfrutar de este manjar mexicano y entender por qué las enchiladas potosinas caseras son una joya de nuestra gastronomía.

¿Y por qué te va a encantar esta receta de Enchiladas Potosinas?

Preparar estas enchiladas potosinas que son toda una tradición, te va a fascinar, y mira por qué:

  • Sabor que enamora: Imagínate, vas a probar el auténtico gustito de San Luis Potosí. Lo especial es que el chile va directo en la masa, y eso le da un saborcito profundo, ¡único de verdad!
  • Más fácil de lo que crees: Aunque suene a platillo de restaurante caro, ¡para nada! Te vamos a llevar de la mano, paso a pasito, para que te queden de rechupete, incluso si no eres un as en la cocina.
  • Ingredientes sin complicaciones: Lo mejor es que usas cositas que seguro tienes o que encuentras fácil en el mercado o la tiendita de la esquina. Nada de ingredientes raros.
  • Para lucirte con la visita: ¿Quieres quedar como el mejor anfitrión? ¡Estas enchiladas son la onda! Se ven súper bonitas en el plato, huelen delicioso y, claro, ¡están para chuparse los dedos! Perfectas para consentir a la familia o a los amigos.
  • A tu gusto: ¿Te gusta más o menos picante? ¡Sin problema! Tú le mides. Además, las puedes servir como plato fuerte o como una botanita más en una comida mexicana completa. ¡Son súper versátiles!
  • Un pedacito de México en tu mesa: Cocinar y luego saborear estas enchiladas es como un viajecito instantáneo. Te conectas con lo más rico de nuestra cultura y nuestras tradiciones.
  • Ponle tu toque: Aunque la receta es la clásica, siempre puedes hacerla tuya. Atrévete a añadir tu toque personal con las guarniciones, ¡a ver cómo queda!


Equipamiento y Utensilios Necesarios

  • Licuadora o procesador de alimentos
  • Comal o sartén grande y plano
  • Prensa para tortillas (opcional, pero recomendada para uniformidad)
  • Dos trozos de plástico (para la prensa de tortillas)
  • Cuchillo y tabla de picar
  • Sartén para freír
  • Espátula
  • Colador
  • Varios tazones (para la masa, el relleno, el remojo de chiles)
  • Platos para servir
A vibrant collection of images showcasing traditional Enchiladas Potosinas. Details include the distinct red tortillas filled with cheese and savory mixtures, generously topped with fresh cream, crumbled queso fresco, crisp lettuce, avocado, and cilantro, served on decorative plates, sometimes with guacamole.

Enchiladas Potosinas Auténticas

Delicadas tortillas de maíz rojo rellenas de queso y cebolla, ligeramente fritas y servidas con guarniciones frescas. El secreto está en la masa, que se prepara con chiles secos para darle su color y sabor característicos.
Tiempo de preparación 45 minutos
Tiempo de cocción 30 minutos
Tiempo total 1 hora 15 minutos
Plato Plato Principal
Cocina Mexicana
Raciones 4 Personas
Calorías 370 kcal

Ingredientes
  

Para la Masa:

  • 2 tazas de masa harina de maíz tipo Maseca
  • 3-4 chiles guajillos secos sin semillas ni venas
  • 1 chile ancho seco desvenado y sin semillas (opcional, para aportar color y realzar el sabor)
  • 1,5 a 2 tazas de agua tibia o caldo de pollo ligero cantidad necesaria
  • ½ cucharadita de sal o al gusto
  • 1 cucharada de manteca de cerdo o aceite vegetal opcional, para suavidad

Para el Relleno:

  • 250 gramos de queso fresco o queso ranchero desmoronado
  • ½ cebolla blanca pequeña finamente picada
  • Sal al gusto si el queso no es muy salado

Para Freír y Servir:

  • Aceite vegetal o manteca de cerdo cantidad necesaria para freír ligeramente
  • Lechuga finamente picada
  • Crema fresca mexicana o la de tu preferencia
  • Queso fresco adicional desmoronado
  • Cebolla morada en escabeche o finas rodajas de cebolla blanca opcional
  • Salsa picante adicional opcional
  • Rodajas de aguacate opcional

Instrucciones
 

Preparación Previa:

  • Hidratar los Chiles: Coloca los chiles guajillos (y el chile ancho, si lo usas) en un tazón. Cúbrelos con agua muy caliente y déjalos remojar durante 20-30 minutos, o hasta que estén blandos. Coloca un plato pequeño encima para mantenerlos completamente sumergidos en el agua. (Extraído de las necesidades de la preparación de la masa).
  • Preparar el Relleno: En un tazón mediano, mezcla el queso fresco desmoronado con la cebolla finamente picada. Verifica el punto de sal y ajusta si es necesario. Aparta. (Derivado de los requerimientos para preparar el relleno).
  • Picar Guarniciones: Lava y pica finamente la lechuga. Corta la cebolla en rodajas finas o prepara cebolla morada encurtida si la vas a usar. Ten listo el queso adicional desmoronado y la crema.

Proceso Detallado De Preparación:

    Paso 1: Preparar la Salsa de Chiles para la Masa

    • Una vez que los chiles estén suaves (ver «Prior Preparation Instructions»), escúrrelos (reservando un poco del agua de remojo) y colócalos en la licuadora.
    • Añade ¼ de taza del agua de remojo de los chiles (o agua fresca), y una pizca de sal.
    • Licúa hasta obtener una salsa muy suave y homogénea. Si es necesario, añade un poco más de agua de remojo para facilitar el licuado.
    • Cuela la salsa a través de un colador de malla fina para eliminar cualquier piel o semilla que haya quedado, asegurando una masa tersa. Reserva esta pasta de chile.

    Paso 2: Elaborar la Masa Roja

    • En un recipiente amplio, mezcla la masa harina con la sal.
    • Agrega la pasta de chile colada. Si decidiste utilizar manteca o aceite, este es el momento de incorporarlo.
    • Comienza a mezclar con tus manos, añadiendo gradualmente agua tibia (o caldo ligero) poco a poco, hasta formar una masa suave, húmeda pero no pegajosa. Debe tener una consistencia similar a la plastilina.
    • Amasa durante aproximadamente 5 a 7 minutos hasta obtener una mezcla uniforme y bien integrada. Cubre la masa con un paño húmedo y déjala reposar por unos 15-20 minutos. Este reposo ayuda a hidratar bien la harina.

    Paso 3: Formar y Cocinar las Tortillas Rojas

    • Forma pequeñas bolas de masa, cada una del tamaño de una pelota de golf, aproximadamente de 30 a 40 gramos.
    • Precalienta un comal o una sartén grande a temperatura media-alta.
    • Si utilizas una prensa para tortillas, coloca una pequeña porción de masa entre dos plásticos y presiona hasta obtener una tortilla delgada de aproximadamente 10-12 cm de diámetro.
    • Si no tienes prensa: puedes aplanar las bolitas con la base de un plato o sartén pesado, también entre dos plásticos.
    • Coloca la tortilla en el comal caliente. Cocina por unos 30-45 segundos por cada lado, o hasta que esté ligeramente cocida pero aún flexible. No deben dorarse ni tostarse demasiado en este punto, ya que se freirán después.
    • A medida que las tortillas estén listas, apílalas envueltas en un paño de cocina limpio para mantenerlas calientes y suaves.

    Paso 4: Rellenar las Enchiladas

    • Toma una tortilla roja cocida. Coloca una pequeña porción (aproximadamente 1 cucharada) del relleno de queso y cebolla en el centro de la tortilla.
    • Dobla la tortilla por la mitad, formando una media luna, y presiona ligeramente los bordes para sellar un poco (sin que se salga el relleno). Repite con todas las tortillas.

    Paso 5: Freír y Servir las Enchiladas Potosinas

    • En una sartén grande, calienta aproximadamente 1 cm de aceite vegetal o manteca a fuego medio. El aceite debe estar caliente pero no humeante.
    • Con cuidado, coloca las enchiladas rellenas en el aceite caliente, en tandas para no sobrecargar la sartén.
    • Fríelas durante 1-2 minutos por cada lado, o hasta que estén ligeramente doradas y crujientes por fuera, pero aún suaves por dentro. El color rojo se intensificará.
    • Saca las enchiladas con una espumadera y colócalas en papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
    • Sirve inmediatamente, generalmente 3 o 4 por persona. Adorna generosamente con lechuga picada, crema fresca, más queso fresco desmoronado, y si deseas, cebolla (morada encurtida o blanca) y rodajas de aguacate. Acompaña con tu salsa picante favorita al lado. ¡A disfrutar de tus enchiladas potosinas caseras!
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    Consejos de Experto para tus Enchiladas Potosinas

    Para llevar tus enchiladas potosinas al siguiente nivel, considera estos secretos culinarios:

    • Tostar los Chiles: Antes de remojar los chiles guajillos y anchos, tuéstalos ligeramente en un comal seco durante unos segundos por cada lado. Esto intensifica su sabor ahumado y profundo. Procura no quemarlos, ya que podrían tornarse amargos.
    • Calidad de la Masa Harina: Utiliza una buena marca de masa harina de maíz nixtamalizado para obtener la mejor textura y sabor.
    • Ajusta el Picante: Si deseas más picor, puedes añadir 1-2 chiles de árbol secos (sin semillas) a la mezcla de chiles para la masa. Para menos picante, asegúrate de retirar todas las venas y semillas de los chiles guajillo y ancho.
    • Sabor Adicional en la Masa: Algunas personas añaden un diente de ajo pequeño o un trocito de cebolla al licuar los chiles para la masa. Descubre tu combinación de sabores perfecta.
    • Consistencia del Relleno: Si el queso fresco es muy húmedo, puedes presionarlo un poco para extraer el exceso de suero antes de mezclarlo con la cebolla. Esto evitará que las enchiladas se abran al freír.

    Variaciones:

    Ahora, si te sientes con ganas de experimentar un poquito y darle un giro a la receta, ¡adelante! Aquí te dejo unas ideas:

    • Un Relleno con Chispa: El queso con cebolla es el clásico y es delicioso, no hay duda. Pero, ¿qué tal si pruebas añadiendo un poco de papa cocida y machacada al queso? O incluso un poquito de chorizo bien cocidito y desmenuzado (¡eso sí, quítale bien la grasita!). Aportará un sabor único y delicioso.
    • Opción para Todos (Vegetariana/Vegana): Si buscas una versión sin productos animales, ¡es muy fácil! Usa un queso vegano que se pueda desmoronar y aceite vegetal tanto para la masa como para freír. Para el relleno, unos champiñones guisados con epazote o una mezcla de papa con zanahoria quedan espectaculares.
    • Al Horno en Lugar de Fritas: Si prefieres algo un poquito más ligero, puedes hornear las enchiladas ya rellenas. Solo ponlas en una charola para hornear con un poquito de aceite y llévalas al horno a unos 180°C (350°F) por unos 10-15 minutitos, o hasta que estén bien calientes y con los bordes un poquito crujientes. La textura no será igualita a la frita tradicional, ¡pero te aseguro que quedan riquísimas!
    Several appetizing photographs of Enchiladas Potosinas. The images highlight the rolled red tortillas, the texture of the filling, and fresh toppings like white crema, crumbled cheese, green lettuce, diced avocado, and cilantro, presented on various plates.


    Sugerencias para Servir tus Enchiladas Potosinas

    Las enchiladas potosinas son un deleite por sí mismas, pero aquí te compartimos algunas sugerencias para complementarlas y enriquecer aún más tu experiencia:

    • Guarniciones Clásicas:
      • Lechuga fresca, finamente picada o en tiras.
      • Crema mexicana (o crema agria si no encuentras la mexicana).
      • Queso fresco o cotija desmoronado adicional.
      • Cebolla blanca o morada en rodajas finas, o cebolla morada encurtida para un toque ácido.
      • Rodajas de aguacate fresco.
    • Salsas Adicionales:
      • Una salsa verde cruda o cocida (tomatillo, cilantro, serrano).
      • Una salsa roja de jitomate asado con chile de árbol.
      • Tu salsa picante embotellada favorita.
    • Bebidas:
      • Agua fresca de horchata, jamaica o tamarindo.
      • Una cerveza clara mexicana.
      • Refrescos mexicanos como Jarritos.
    • Acompañamientos (si deseas una comida más completa):
      • Frijoles refritos o de la olla.
      • Arroz rojo mexicano.
      • Una ensalada simple de nopales.

    Errores Comunes al Preparar Enchiladas Potosinas y Cómo Evitarlos

    Incluso los cocineros experimentados pueden tropezar. Aquí algunos errores comunes y cómo prevenirlos para asegurar el éxito de tus enchiladas potosinas:

    1. Masa Demasiado Seca o Húmeda:
      • Error: Si la masa está muy seca, las tortillas se agrietarán al formarlas. Si está muy húmeda, será pegajosa y difícil de manejar.
      • Solución: Añade el agua gradualmente al preparar la masa. Debe sentirse como plastilina suave. Si la masa está seca, incorpora agua poco a poco, una cucharada a la vez. Si está demasiado húmeda, agrega un poco más de masa harina. Dejar reposar la masa también contribuye a que se hidrate adecuadamente.
    2. Chiles Mal Hidratados o Salsa de Chile Arenosa:
      • Error: No remojar los chiles el tiempo suficiente o no colar bien la salsa puede resultar en una masa con trozos duros o una textura arenosa.
      • Solución: Verifica que los chiles estén totalmente suaves tras el remojo. Licúa muy bien la salsa y, crucialmente, pásala por un colador de malla fina para una textura sedosa.
    3. Tortillas Demasiado Gruesas o Crudas/Quemadas en el Comal:
      • Error: Tortillas muy gruesas no se cocinan bien por dentro y pueden quedar masudas. Cocinarlas demasiado en el comal las endurece y dificulta doblarlas.
      • Solución: Procura que las tortillas mantengan un grosor parejo y no excedan los 2-3 mm. Cocínalas en el comal solo hasta que cambien de color y estén ligeramente firmes pero aún flexibles.
    4. Exceso de Relleno:
      • Error: Poner demasiado relleno puede hacer que las enchiladas se abran al doblarlas o freírlas.
      • Solución: Usa una cantidad moderada de relleno, aproximadamente una cucharada. Esto permite que se sellen bien.
    5. Freír a Temperatura Incorrecta:
      • Error: Si el aceite no está lo suficientemente caliente, las enchiladas absorberán exceso de grasa y quedarán suaves. Si está demasiado caliente, se quemarán por fuera antes de calentarse por dentro.
      • Solución: Calienta el aceite a fuego medio. Puedes probar con un trocito de masa; debe burbujear suavemente alrededor. Fríe por porciones para conservar la temperatura del aceite.
    6. Omitir el Paso de Escurrir el Exceso de Grasa:
      • Error: No escurrir las enchiladas después de freírlas resultará en un plato grasoso.
      • Solución: Siempre coloca las enchiladas fritas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite antes de servir.

    Cómo Conservar y Recalentar tus Enchiladas Potosinas

    Si te sobran enchiladas potosinas (¡aunque es difícil que suceda!), aquí te decimos cómo mantenerlas frescas:

    Almacenamiento:

    • Refrigerador:
      • Deja que las enchiladas fritas se enfríen completamente a temperatura ambiente.
      • Guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador. Se conservarán bien durante 3-4 días.
      • Es mejor guardarlas sin las guarniciones frescas (lechuga, crema), ya que estas se marchitarán. Añade las guarniciones justo antes de servir las enchiladas recalentadas.
    • Congelador (Menos Recomendado para Enchiladas Fritas):
      • La verdad, no es muy recomendable congelar las enchiladas ya fritas y rellenas. ¿Por qué? Porque la textura del quesito y de la tortilla puede cambiar bastante al descongelarlas y recalentarlas, y es probable que queden un poco aguaditas o blandas, perdiendo ese crujiente rico.
      • Si la idea es adelantar trabajo para tenerlas listas después, lo que sí te recomiendo es congelar las tortillas rojas solitas (sin rellenar y sin freír). Sepáralas bien con papel encerado para que no se peguen, mételas en una bolsa de congelación, ¡y listo! Cuando las quieras usar, solo descongela, rellena y fríe al momento.
      • Ahora, si de plano ya las hiciste y te sobraron muchas y las quieres congelar, bueno, envuélvelas muy bien una por una en plástico film y luego mételas todas en una bolsa de congelación. Así podrían aguantar más o menos un mes, pero ten en mente lo de la textura.

    Recalentamiento:

    • En comal o sartén (¡esta es la mejor opción!): Calienta tu comal o un sartén grandecito a fuego medio-bajito. Coloca las enchiladas ahí, sin añadir más aceite, y déjalas unos minutos por cada lado. La idea es que queden bien calientitas por dentro y que recuperen ese toquecito crujiente por fuera. ¡Así quedan como recién hechas!
    • En el horno normal: Precalienta tu horno a unos 175°C (350°F). Acomoda las enchiladas en una charola, sin amontonarlas, y hornéalas unos 10-15 minutos, o hasta que estén bien calientitas. Si ves que se pueden resecar, tápalas un poquito con papel aluminio.
    • En Microondas (Menos Recomendado para Textura): Si andas con mucha prisa, el microondas te saca del apuro. Eso sí, ten en cuenta que no van a quedar igual de crujientes, se pueden poner un poquito más blanditas. Ponlas en un plato que aguante el micro y caliéntalas de poquito en poquito, unos 30 a 60 segundos, hasta que estén listas.

    En cuanto estén recalentadas, ¡sírvelas al momento con todas esas guarniciones frescas que tanto te gustan!

    Conclusión

    ¡Y listo! Preparar estas Enchiladas Potosinas siguiendo nuestros 5 Pasos para la Receta Auténtica es mucho más que simplemente cocinar, ¿verdad? Es como meterse de lleno en una tradición llena de sabor y cariño. Desde que empiezas con esa masita roja con los chiles, hasta que le pones el último toque de lechuga y crema, cada momento es una chance de crear algo delicioso que va a encantar a todos. Ya viste que no solo te contamos cómo hacerlas, sino también esos truquitos para que te queden perfectas, cómo servirlas bien coquetas y hasta cómo sacarle la vuelta a los errores más comunes. De corazón, esperamos que esta guía te anime un montón a llevar ese saborcito auténtico de San Luis Potosí directo a tu mesa.

    Ahora, ¡nos toca escucharte a ti! ¿Qué tal te quedaron? ¿Te animaste a probar la receta? ¿Tienes algún secretito o alguna variación que quieras contarnos? ¡Déjanos tus comentarios aquí abajo! Tu experiencia nos ayuda un montón a todos los que amamos cocinar.

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    Preguntas Frecuentes Sobre El Enchiladas Potosinas

    ¿Son muy picantes las enchiladas potosinas?

    Pues mira, ¡no te creas que pican muchísimo! La clave está en los chiles que elijas y en asegurarte de retirar bien las venas y las semillas. El guajillo, que es el que más se usa, es más bien suavecito, le da más sabor y color. El chile ancho también es más para el saborcito profundo que para que te enchiles. Tú le puedes ir midiendo, si quieres que piquen más, le pones un chilito de árbol. Pero así como te damos la receta, pican rico, no de esos que te hacen llorar.

    ¿Cuál es la diferencia principal entre las enchiladas potosinas y otras enchiladas mexicanas?

    La gran diferencia, y lo que las hace únicas, ¡está en la masa! En las enchiladas potosinas, la masa de maíz ya se prepara con una salsita de chiles secos (casi siempre guajillo). Eso es lo que les da ese colorcito rojo tan bonito y un sabor delicioso desde la tortilla misma. Luego, se rellenan con queso y cebolla y se les da una pasadita por el aceite. No es como otras enchiladas donde haces la tortilla normal y luego la bañas en salsa, ¿ves? Aquí el sabor ya viene integrado.

    ¿Puedo hacer las enchiladas potosinas sin gluten?

    ¡Claro que sí! La harina de maíz, como la Maseca, es naturalmente libre de gluten. Solo fíjate bien en la bolsa que diga que es 100% maíz y que no le hayan añadido nada con gluten. Y todos los demás ingredientes frescos que llevan –los chiles, el queso, las verduritas– ¡tampoco tienen gluten! Así que, sin problema.

    ¿Qué tipo de queso es mejor para el relleno de las enchiladas potosinas?

    Pues mira, el que se usa tradicionalmente y queda de maravilla es el queso fresco o el queso ranchero mexicano. Son esos quesitos blancos, que se desmoronan fácil y tienen un saborcito saladito muy rico. Si por donde vives no los encuentras fácil, un queso feta que no esté muy fuerte te puede servir (dale una enjuagadita para quitarle un poco lo salado). Incluso un buen queso cotija, aunque ojo, porque ese es más seco y bastante más salado, así que le pondrías menos cantidad.

    ¿Puedo preparar las enchiladas potosinas con anticipación?

    Sí, parcialmente. Puedes preparar la masa y guardarla bien envuelta en el refrigerador hasta por 24 horas. También puedes hacer las tortillas rojas, apilarlas envueltas en un paño y luego en una bolsa de plástico en el refrigerador por 1-2 días. El relleno también se puede preparar y refrigerar. Sin embargo, es mejor rellenar y freír las enchiladas justo antes de servir para obtener la mejor textura y sabor.

    ¿Es posible hornearlos en vez de freírlos para que sean una opción más saludable?

    Sí, puedes hornearlas. Una vez rellenas, colócalas en una bandeja para hornear ligeramente engrasada y hornéalas a 180°C (350°F) durante unos 10-15 minutos. No tendrán la misma textura crujiente que las fritas, que es característica del platillo, pero seguirán siendo muy sabrosas y una alternativa más ligera.

    ¿Qué puedo hacer si mi masa está demasiado pegajosa o demasiado seca?

    Si la masa está demasiado pegajosa, incorpora más harina de maíz, añadiéndola de a una cucharada, hasta que sea más manejable. Si está muy seca y se agrieta, añade agua tibia, una cucharadita a la vez, y amasa hasta que alcance la consistencia adecuada, similar a la plastilina.

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